Veracruz registra crímenes de parentesco; suman esfuerzos para erradicarlos

Juan David Castilla

En el estado de Veracruz han sido constantes los casos de parricidios (el homicidio de un padre o madre), por lo que las instituciones aplican medidas para combatir esta problemática.

El pasado lunes 8 de diciembre, un sujeto fue detenido tras ser señalado como el presunto responsable de asesinar a su propia madre al interior de un departamento en el fraccionamiento Lomas de Río Medio 4, en el puerto de Veracruz.

La entidad no está exenta de los crímenes que golpean el corazón de la estructura social: aquellos cometidos en razón del parentesco. En el marco de una tendencia general a la baja en la incidencia de homicidios dolosos, la violencia intrafamiliar que culmina en la muerte sigue siendo un foco de atención crítico.

El término parricidio ya no se utiliza en el Código Penal Federal, sino que la ley lo tipifica como «Homicidio en razón del parentesco o relación». Esta figura penal federal busca agravar el delito cuando la víctima es un ascendiente, descendiente en línea recta, hermano, cónyuge, o concubino, entre otros, lo que implica un conocimiento de la relación.

Las sentencias por este crimen pueden alcanzar hasta cuarenta años de prisión, reflejando la gravedad con la que el sistema de justicia castiga la ruptura del vínculo familiar más fundamental.

Aunque no existen cifras específicas de «homicidios de ascendientes», los datos de la violencia letal en Veracruz, particularmente contra las mujeres, señalan la urgencia del problema.

Las cifras del Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres (OUVMujeres) muestran que los homicidios de mujeres en el estado, que incluyen los casos perpetrados por familiares, tuvieron un pico de 62 en el primer semestre de 2022, disminuyendo a 39 casos en el mismo periodo de 2023.

Aunque se observa una reducción, los números son un recordatorio constante de que la violencia letal tiene lugar con frecuencia dentro de los hogares.

El Gobierno del Estado ha reportado una disminución en la incidencia delictiva general y en los homicidios dolosos, ubicando a Veracruz en el lugar 22 a nivel nacional en este último rubro.

No obstante, los especialistas advierten que este descenso en los crímenes generales no necesariamente implica una erradicación de la violencia ejercida en el ámbito privado, como es el caso del homicidio por parentesco.

La labor de prevención social y la reconstrucción del tejido familiar son señaladas como las herramientas más poderosas para combatir los crímenes que nacen de la violencia y la disfunción en el seno del hogar.