Hora cero
Veracruz y su avance en el pago de adeudos
Luis Alberto Romero
En un estado históricamente marcado por el desorden, el déficit presupuestal, la deuda creciente y el uso político de los recursos, el saneamiento de las finanzas se ha convertido en un logro administrativo importante del actual gobierno.
El dato más contundente es la reducción del 42% de la deuda total del Estado: de 119 mil millones a 62 mil millones de pesos.
Que un gobierno consiga disminuir más de la mitad de su pasivo sin detener áreas fundamentales como seguridad, salud y programas sociales implica algo más que voluntad; es una señal de disciplina, planeación y eficiencia administrativa.
La nota difundida este lunes en diferentes medios, con declaraciones de la gobernadora, destaca la liquidación absoluta del adeudo histórico con el Servicio de Administración Tributaria. Tras 16 años arrastrando una deuda fiscal que ascendía a 30 mil millones de pesos, Veracruz finalmente tiene un saldo en cero.
El programa federal Deudor Cumplido permitió una ventana de oportunidad que la administración de la gobernadora Rocío Nahle aprovechó con precisión; y el reconocimiento de la autoridad fiscal no es menor: fue el único estado en cumplirlo al 100%.
A la par, el adeudo con el ISSSTE se redujo de 25 mil a 11 mil millones.
Estos movimientos alivian la presión que durante décadas asfixió al estado y permitirán reorientar recursos hacia áreas productivas: seguridad, programas sociales, modernización del transporte público, tecnificación del campo y atención a emergencias en regiones vulnerables, como el norte de la entidad.
En septiembre, tres de las agencias calificadoras internacionales más importantes —Fitch Ratings, HR Ratings y Moody’s— mejoraron la calificación crediticia de Veracruz. Estos diagnósticos externos, independientes y rigurosos, confirman que el orden fiscal no es discurso político, sino realidad contable.
Fitch reconoció el fortalecimiento de la recaudación, el control del gasto, la disminución de pasivos y la liquidación anticipada de créditos. HR Ratings destacó un hecho simbólico y práctico: por primera vez en muchos años, Veracruz no contrató deuda de corto plazo para enfrentar los compromisos de fin de año. Moody’s, por su parte, ratificó la calidad de los créditos existentes y mejoró la calificación global del estado.
Estas valoraciones no solo mejoran el perfil financiero de Veracruz: abren la puerta a tasas de interés más bajas, financiamientos más accesibles y condiciones de mercado más favorables. En otras palabras, el dinero rinde más y trabaja mejor para la ciudadanía.
Este cambio ocurre después de seis administraciones estatales marcadas por crisis, endeudamientos excesivos y un deterioro continuo de la confianza institucional. Por primera vez en décadas, Veracruz deja de ser ejemplo de colapso fiscal y se convierte en referencia de recuperación.
El reto ahora es sostener el ritmo, profundizar la transparencia y asegurar que la disciplina fiscal se traduzca en crecimiento económico, bienestar social e inversión productiva. Si esa ruta se mantiene, Veracruz no solo habrá saldado sus deudas del pasado reciente, sino que habrá empezado a construir, por fin, un mejor futuro financiero.
@luisromero85



